Chipa Apo en Santa Rosa del Aguaray

El pasado miércoles 16 de abril de 2025, en plena Semana Santa, los funcionarios del Instituto Superior San Patricio se reunieron en el patio de la institución para llevar a cabo una de las costumbres más queridas del pueblo paraguayo: el chipa apo, o elaboración de chipa. Con el aroma inconfundible del almidón, el queso Paraguay y el anís flotando en el aire, el evento se convirtió en un momento de encuentro, tradición y sabor que quedará guardado en la memoria de todos los que participaron.

Esta jornada especial tuvo lugar en el contexto del Miércoles Santo, una fecha muy significativa en Paraguay, ya que tradicionalmente se dedica a la preparación de la chipa, el pan sin levadura que se consume durante los días del Triduo Pascual. Más allá del aspecto religioso, el chipa apo también representa un momento de unión familiar y comunitaria, donde se comparte, se recuerda y se celebra la identidad cultural. En esta ocasión, ese espíritu se vivió entre compañeros de trabajo, como una gran familia institucional.

La elaboración se realizó con el cálido acompañamiento de la Directora General, Dra. Adelaida Cantero, el Lic. Ricardo Cantero, y la entrañable Sra. Alberta Segovia, quien además compartió su receta tradicional con todos los presentes. Con gran entusiasmo, se prepararon las chipas sobre el pakova rogué (hoja de banano), una técnica ancestral que, además de ser práctica, aporta un aroma especial y un toque auténtico al producto final.

Durante la mañana, los funcionarios dieron forma a los clásicos lopi en distintas figuras tradicionales: la argolla, el jakare, el trébol y, como detalle especial, también se moldearon las siglas del Instituto, dejando impresa en cada pieza una parte del cariño que todos sienten por la institución. Fue una verdadera fiesta de aromas, texturas y recuerdos, donde cada participante aportó su mano, su experiencia o simplemente su buena energía para mantener viva esta tradición tan especial.

La receta que utilizó la Sra. Alberta fue recibida con mucho entusiasmo. Según nos compartió, se necesitan 3 kg de almidón refinado, 300 g de harina de maíz, 2 kg de queso Paraguay, 500 g de grasa de cerdo, 1/4 de grasa vegetal, 18 huevos (6 yemas batidas por un lado y 12 huevos enteros por otro), sal y anís a gusto, y leche o crema de leche en cantidad necesaria. La preparación consiste en mezclar los ingredientes secos, incorporar las grasas y luego los huevos batidos. Se agrega el queso desmenuzado y poco a poco se incorpora la leche hasta lograr una masa húmeda, suave y moldeable. La masa puede descansar un rato para intensificar los sabores. Luego se forman los moldes deseados, se colocan sobre pakova pire y se hornean por 15 minutos a 180 °C.

El resultado fue simplemente delicioso. Chipas bien doradas, con un sabor casero inigualable y una textura perfecta. Pero más allá del producto final, lo más valioso fue la experiencia compartida, ese momento de pausa entre tareas y responsabilidades donde los funcionarios pudieron encontrarse, charlar, reírse y sentirse parte de algo más grande: una comunidad educativa que valora sus raíces y se fortalece en sus tradiciones.

Publicar un comentario